Autor: Jasson Fernandez Díaz. Magíster en Asentamientos Humanos y Medio Ambiente (PUC Chile) e investigador asociado en URBES LAB – Centro de investigación en teoría urbana y territorial.
Columna publicada originalmente en Noticias Ser
A pesar de que el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú considere el derrame de petróleo ocasionado por la empresa Repsol en el Callao como “el peor desastre ecológico ocurrido en Lima en los últimos tiempos”(1), existen otros impactos ambientales en la costa peruana con más años generando repercusiones en el paisaje litoral, como es el caso de Trujillo (Perú). En los últimos 50 años, la erosión marina producida por la infraestructura del Puerto de Salaverry ha propiciado el retroceso paulatino de la línea de la costa, la destrucción de balnearios y sus espacios públicos (ej. Malecones) e inundación de áreas residenciales. El Estado peruano y el sector transporte como responsable de la degradación ambiental, planteó diversas estrategias de ingeniería para la estabilidad de playas que no tuvieron éxito, generando reclamos desde la comunidad que habita el litoral de Trujillo. En este contexto, a través de esta columna, invito a reflexionar sobre quiénes y cómo se maneja los impactos en el litoral, revisando el caso de erosión marina producida por la infraestructura portuaria estatal en Trujillo.
Según varios estudios técnicos nacionales e internacionales, la principal causa de la erosión marina en el litoral trujillano es la construcción del puerto de Salaverry (1050 metros de enrocado o molón retenedor de arena) en una playa abierta en el distrito del mismo nombre desde 1982 (Bocanegra, 2011). Esta ha retenido de manera acumulativa más de 90 millones de m3 de arena en el lado sur del puerto, impidiendo la libre circulación natural de los sedimentos al litoral de los distritos de Moche, Víctor Larco Herrera y Huanchaco que se ubican al norte del puerto. En consecuencia, sus barrios costeros y balnearios sufrieron deterioro físico por oleajes e inundaciones (ver Figura 1), y los ecosistemas de humedales se vieron afectados alterando la producción de totorales (Fernández-Díaz, 2019).
Ante este problema, el Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC) y el Gobierno Regional de La Libertad (GORE La Libertad) realizaron intervenciones según sus competencias sectoriales y territoriales, respectivamente. Al ser el Puerto de Salaverry administrado por la Empresa Nacional de Puertos (ENAPU), El MTC se hizo responsable de la recuperación y mejoramiento del litoral de la provincia de Trujillo. Según el principio de responsabilidad ambiental establecido por la Ley 28611, Ley General del Ambiente, el MTC está obligado a adoptar inexcusablemente las medidas para su restauración, rehabilitación o reparación según corresponda. Por otro lado, al encontrarse el área litoral afectada en la provincia de Trujillo, El GORE La Libertad interviene como autoridad territorial para proteger el medio ambiente y su biodiversidad según lo establecido en el principio de sostenibilidad de la Ley 27867 Ley Orgánica de Gobiernos Regionales.
Por ello, entre el 2011 y 2015 se declaró el Estado de Emergencia en los balnearios Las Delicias, Buenos Aires y Huanchaco de la provincia de Trujillo, debido a la ejecución de acciones inmediatas destinadas a la reducción y minimización de los riesgos existentes por el fenómeno de erosión marina(2). Para estas obras, el gobierno central transfirió 86 millones de soles en el presupuesto del año 2012 al Gobierno Regional de la Libertad, pero este presupuesto no se llegó a ejecutar. El entonces presidente regional, José Murgia, señaló que en tres años se solucionaría la erosión marina y realizó controvertidas actuaciones como: enrocados sin criterio técnico a lo largo del litoral para evitar la inundación de viviendas, arenamiento de playas (que se llevó el mar), y la colocación de geotubos que no tuvieron los efectos señalados.
Por su parte, en el año 2013, El MTC inició los procedimientos para entregar la buena pro de los estudios para la regeneración definitiva del borde costero, pero el concurso quedó desierto. Recién en el 2017, se entregó la buena pro al consorcio Huanchaco Cope, conformado por las empresas Dohwa Engineering CO. LTD (coreana) y PRW Ingeniería y Construcción (peruana). Con una inversión de S/. 311 millones de soles, se iniciaron los estudios del proyecto “Mejoramiento del Borde Costero de los Balnearios de Las Delicias, Buenos Aires y Huanchaco”. A diferencia de las actuaciones antes señaladas por el MTC y el Gobierno Regional de La Libertad, Lee Kwang Ho, director Global Team de Dohwa Enginnering afirmó que iban a buscar una solución conciliando con todos los actores sociales(3).
Desde entonces, el consorcio ha desarrollado tres expedientes técnicos, involucrando a diversos actores a través de la “Comisión especializada sobre la recuperación del borde costero” (en adelante Comisión especializada), conformada por el Gobernador Regional de la Libertad y su Gerente Regional de Transporte y Comunicaciones (Gobierno Regional), el Gerente de PLANDET (Gerencia Provincial del Plan de Desarrollo Territorial); alcaldes locales de las municipalidades distrital de Moche, Víctor Larco Herrera y Huanchaco; el Presidente de la Cámara de Turismo de Huanchaco; el Presidente de la Cámara de comercio y Producción de la Libertad, el representante del Grupo empresarial Pro Región La Libertad, el Presidente del Colegio de biólogos del Perú y el representante de sociedad civil de Víctor Larco(4).
Sin embargo, el alcalde provincial de Trujillo, Daniel Marcelo, comentó que el MTC plantea colocar «dos espigones en Huanchaco, cuatro en el balneario de Buenos Aires (distrito de Víctor Larco) y seis en Las Delicias (Moche)», lo cual ha generado opiniones divididas en Trujillo. En la actualidad, este proyecto de mejoramiento se encuentra en su etapa final, pero la pandemia limitó el proceso participativo de los estudios de impacto ambiental de la propuesta. Con estas declaratorias de Estado de Emergencia, intervenciones de ingeniería y proyectos de prefactibilidad se detallan las diversas actuaciones que se realizaron para aminorar el impacto de la erosión marina en Trujillo, desde lo sectorial a través del MTC, y desde lo territorial a través del GORE La Libertad.
Sin embargo, el problema sigue aquejando el litoral y a su comunidad, por lo que es importante reforzar los procesos participativos en las diversas escalas de gestión del Estado peruano, ya sea desde lo sectorial o lo territorial. Se recomienda ampliamente fortalecer las capacidades técnicas, políticas y administrativas de los responsables de la degradación ambiental del litoral, donde los gobiernos distritales y provinciales, tengan mayor participación junto a colectivos y organizaciones sociales ambientales en el diseño de las alternativas de solución del borde costero. Un borde que está en constante disputa entre lo público y lo privado, donde se privilegia inversiones para los desarrollos portuarios e inmobiliarios, clubs de esparcimiento, cadenas de restaurantes, entre otros. Repensar las soluciones del borde costero desde la comunidad refuerza su idea como espacio publico abierto, donde las personas sean libres de estar, andar y habitar con sus entornos ecológicamente sustentables.
Bibliografía
Bocanegra, C. (2011). Destrucción del litoral del Trujillo, Impactos del a transformación de la costa en la geomorfología litoral. Lima: Sociedad Geográfica de Lima. Fernández-Díaz, J. (2019). El rol de los conflictos socioambientales en la gobernanza territorial: el caso de la erosión marina en el litoral de la provincia de Trujillo, Perú. Espacios, 9 (18) (2019), pp. 13-30
Notas
(1) Ver entrevista en Diario Gestión (https://gestion.pe/peru/cancilleria-el-derrame-de-petroleo-de-repsol-en-ventanilla-es-el-peor-desastre-ecologico-ocurrido-en-lima-nndc-noticia/?ref=gesr)
(4) https://newstrujillo.com/proyecto-del-borde-costero-de-trujillo-en-su-fase-final/
Deja una respuesta