Autora: María Carolina Tuanama. Geógrafa, investigadora asistente en URBES LAB – Centro de investigación en teoría urbana y territorial.
Columna publicada originalmente en Noticias Ser
A inicios de abril del 2021, el Ministro de Educación indicó que se estaba preparando la reapertura de varios centros educativos en las zonas rurales del país, pues son los lugares donde la brecha de acceso a internet impide seguir con las clases en línea; y que, paulatinamente se extendería esta medida a las zonas urbanas (El Comercio, 2021). Sin embargo, debido al rebrote de la COVID-19 y la presencia de las nuevas variantes del virus, el proyecto del regreso a clases presenciales no es una alternativa viable. En este contexto, es preciso reflexionar no solo sobre la precariedad del sistema educativo peruano, sino sobre las desigualdades persistentes que han impedido que los niños y niñas en el país puedan cursar el año escolar durante la pandemia, en específico la brecha de acceso a equipamientos y redes de telecomunicaciones. Sobre esto último expondré algunos análisis desde un enfoque territorial en las siguientes líneas.
Antes del inicio de la pandemia, el acceso y uso de tecnologías de computación para la enseñanza básica era limitado. Según el Ministerio de Educación, para el 2019, el 60 % de las instituciones educativas en áreas urbanas no contaban con equipamiento tecnológico adecuado y el 79 % de los locales educativos no tenían acceso a internet, lo cual dificultaba que los alumnos tengan conocimiento básico necesario del uso de programas necesarios para las clases virtuales. Asimismo, el 55% de los docentes no poseían habilidades para usar tecnologías digitales en el aula. Esta última limitación del cuerpo docente ha sido uno de los principales problemas al comienzo del dictado de clases remotas y que hasta la fecha no se ha podido solventar. Según la Contraloría General de la República (2021), el Ministerio de Educación indicó que antes del inicio del año escolar 2020, sólo el 65% de los docentes a nivel nacional recibió capacitación virtual de cómo serían las clases remotas, y solo el 6% acompañamiento pedagógico, ello sumado a la falta de conectividad y de equipos tecnológicos, en zonas rurales y de difícil acceso en el país.
Por otro lado, la dificultad de los estudiantes para llevar clases virtuales se refleja en la falta de conectividad y disponibilidad de los equipos electrónicos necesarios. Tomando como ejemplo a Lima Metropolitana, según el Censo del 2017, los distritos de Pachacamac y Pucusana son los que menor acceso a internet tienen, con 77,7% y 80.3% de hogares sin acceso a internet. Y, en cuanto a el acceso a una computadora, tablets o laptops, los distritos de Pucusana, Punta Hermosa y Santa Rosa cuentan con la mayor cantidad de hogares sin acceso a estos equipos con 73.2%, 72.8% y 72.3% respectivamente. Y aunque la entrega de tablets por parte del Ministerio de Educación puede ser una solución ante este último punto, los costos para acceder a un servicio de internet adecuado y el aumento del consumo de electricidad, también son nuevos obstáculos que las familias con pocos ingresos económicos y que han perdido sus puestos de trabajo tienen ahora que afrontar.
El efecto negativo del incremento de estos gastos para acceder a servicios de conectividad también tiene una tendencia similar en cuanto a la ubicación de la vivienda lo cual se puede observar en los Planos Estratificados de Lima Metropolitana según Ingreso Per Cápita del Hogar del INEI. A más alejado se encuentra el hogar del centro de la ciudad, el ingreso promedio por va disminuyendo, alcanzando su menor punto en los distritos ubicados en los límites provinciales, pues hay una mayor concentración de hogares con menor ingreso per cápita en los distritos como Punta Hermosa y Pucusana, que son los que tienen un menor ingreso per cápita por hogar en Lima Metropolitana con el 60.6% y 68.9% de sus hogares, respectivamente, lo cual los ubica dentro del grupo más bajo de estratificación (2020). Esta tendencia continúa a nivel urbano si observamos en Plano de Estratificación por manzanas de las Grandes ciudades, del INEI (2020), donde el ingreso promedio de los hogares va disminuyendo en relación a cuán alejados se encuentra el distrito de la capital, lo que nos podría indicar la centralización de servicios, y en este caso, el de conectividad a internet.
A esta situación también han contribuido los, hasta ahora inconclusos, proyectos de conectividad a partir de la creación de la Red Nacional de Fibra Óptica en el 2016. Proyecto de aproximadamente 13 mil kilómetros de extensión a nivel nacional y que planteaba ser una herramienta para proveer de internet a instituciones públicas, comisaría, centros de salud y colegios a nivel nacional (Campodónico, 2020); y que también abarataría los costos y mejoraría el servicio de acceso a internet en los hogares del país. Sin embargo, debido a los conflictos entre empresas privadas y entidades públicas, muchos de estos proyectos siguen estancados, cuyas consecuencias se muestran hoy en día en los problemas de conexión.
Con el proceso de vacunación en marcha, y el inevitable regreso a clases, lo que esta pandemia nos ha demostrado son las grandes brechas que genera el sistema educativo actual partiendo de lo fundamental, una red de servicios educativos y el equipamiento mínimo y necesario de todo hogar con niños y niñas en edad escolar. Estas deficiencias desde la educación básica, van escalando hasta el acceso a la educación superior, pues solo en Lima Metropolitana, hay mayor probabilidad que una persona que viva en los distritos de Lima centro (Magdalena, San Isidro, Miraflores, etc.) cuente con educación superior y/o técnica que aquellas personas que residen en distritos más alejados del centro (Lurín, Carabayllo, Lurigancho, etc.) (INEI, 2017). Por ello, con una vuelta a clases cada vez más cerca, se hace necesario, en primer lugar, focalizar la reapertura de los centros educativos donde se encuentre mayor concentración de alumnos tuvieron que desertar el año escolar, por falta de recursos necesarios para llevar clases virtuales. Por último, es necesaria la elaboración de diagnósticos de las particularidades y necesidades de cada centro educativo en cuanto al acceso a servicios de internet y tecnologías de computación, al igual que atiendan a la diversidad de las zonas urbanas y rurales.
Referencias bibliográficas
Campodónico, H (2020) Internet Universal: Oportunidad perdida. La República. https://larepublica.pe/opinion/2020/05/20/internet-universal-oportunidad-perdida-por-humberto-campodonico/
Contraloría General de la República (2021) Mas del 32% de alumnos en 17 regiones no habría obtenido resultados satisfactorios en 2020. https://www.gob.pe/en/institucion/contraloria/noticias/483177-mas-del-32-de-alumnos-en-17-regiones-no-habria-obtenido-resultados-satisfactorios-en-2020
El Comercio (2021) Año escolar 2021: Lo que se sabe sobre el retorno a clases presenciales planteado por el Minedu https://elcomercio.pe/lima/sucesos/ano-escolar-2021-lo-que-debes-saber-sobre-el-retorno-a-clases-presenciales-planteado-por-el-minedu-noticia/
Instituto Nacional de Estadística e informática (2017) El XII Censo de Población, VII de Vivienda y III de Comunidades Indígenas https://censos2017.inei.gob.pe/redatam/
Instituto Nacional de Estadística e informática (2020) Planos Estratificados de Lima Metropolitana a Nivel de Manzanas https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1744/libro.pdf
Instituto Nacional de Estadística e informática (2020) Planos Estratificados a nivel de manzana de las grandes ciudades https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1747/libro.pdf
Ministerio de Educación (2019) El 2021 todos los colegios urbanos estarán conectados a internet y tendrán equipamiento digital. http://umc.minedu.gob.pe/el-2021-todos-los-colegios-urbanos-estaran-conectados-a-internet-y-tendran-equipamiento-digital-anuncia-ministra-flor-pablo/
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